miércoles, 15 de junio de 2011

atardeceres lejanos que me recuerdan sencillas emociones que invadían mi cuerpo. cosas tan sencillas como la lluvia o meter la maño en un pote de judeas. observar escenas y llorar por nada. el olor a cine incomparable a cualquier fina fragancia. pensar en mundos lejanos donde alguien tan diferente a mi se sienta igual. tocar mi bolsa de agua caliente cuando tengo frio en los pies, pensar en la palabra VERDE y como suena cada letra y todas juntas, el VVVV seguido por el ver. el ER ese paso de la E  a la R donde la lengua choca contra el paladar y finalmente el DE donde de la R pasamos a la D. chascando la lengua y sintiendo el sonido mas perfecto. tan sencillo, pero uno no lo oye, lo siente , siente ese sonido. es el sabor que deja la palabra después de decirla y sentirla con todo su poder y esplendor. 

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