viernes, 21 de julio de 2017

Vibro ansiosa, a la espera de algo que me despierte del letargo que es la angustia, me sumerjo en este mar de inconciencia donde los detalles se escapan como pecesitos dejando solo el mal sabor en la boca de mi mente. Derrumbada y firme al mismo tiempo, los ladrillos caen uno por uno resistiendo la fuerza de la gravedad, como quien se resiste a la fuerza del viento en un huracan. Cada golpe, cada parte que se desprende de mi es solo una corteza de algo que ya no existe, una piesa que jamas volvera a encajar, tallando mi ser como el artista lo hace al marmol, buscando la excelencia natural en la obra.

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